El café es la marca registrada de Colombia . Lo cierto es que no hay café como el colombiano así que estando en este país uno no puede dejar de saborearlo y de acercarse a su cultura. El café ha hecho famosa a Colombia y todos hemos visto alguna vez la imagen del campesino con su sombrero y su mula cargada de granos, ¿no es verdad?
Bien, que así como algunos países promocionan sus Rutas del Vino (Argentina, Francia o incluso, Australia), aquí existe el llamado Triángulo del Café, una región que esta formada por tres departamentos o provincias llamadas Caldas, Risaralda y Quindío. La región está surcada por una ruta que lleva al visitante de pueblo en pueblo para disfrutar de su arquitectura tradicional y de los sabores y aromas del café pues aquí están las plantaciones y los centros de procesamiento de los granos.
En una palabra, aquí están las fincas cafeteras. Hay cientos de ellas y los granos negros y aromáticos son los que mueven la industria de estas tierras. Por eso, los turistas acuden aquí de paseo o en tours organizados para descubrir los secretos del café por sí mismos. El triángulo es una zona de naturaleza hermosa, con ríos, pueblos muy pintorescos, bosques, gente amable y en una palabra brinda el escenario perfecto para hacer cabalgatas, excursiones y paseos en canos o kayaks.
El recorrido por el Triángulo del Café comienza en Quindío con su Parque Nacional del Café. Aquí hay atracciones mecánicas y recorrerlo sirve para aprender en breve tiempo todo lo relacionado con la industria cafetera colombiana. La región sigue en el departamento de Caldas con sus poblaciones cafeteras y el hermoso pueblo de Manizales. Desde aquí uno puede hacer una excursión a las cumbres del parque Nacional Natural Los Nevados o disfrutar de alguno de los festivales culturales del pueblo.
Y finalmente tenemos Risaralda, un pueblo con cafetales, el zoológico de Pereira, la arquitectura colonial de Marsella y las aguas termales de Santa Rosa de Cabal, todos sitios que brindan al turista mucho más que un paseo por la ruta cafetera. En fin, que Colombia es un país verde como una de sus esmeraldas pero aquí las vacaciones nunca dejan de tener aroma a café.
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